Esta ANTOLOGÍA , coordinada por el gran David G. Panadero, agrupa veinte relatos inéditos o perdidos de los mejores autores de género actuales, desde Lorenzo Silva (Premio Planeta 2012) a Juan Madrid, todos con un entorno común: La Ciudad.
Mi relato se titula LA BICI AMARILLA y el miedo me nace cuando mis hijos se me sueltan de la mano y corretean por la calle. Por esas calles pobladas de ciclistas que han tomado las aceras y que son capaces de embestirte si no estás atento. Un día, atropellarán a uno de mis hijos y... Bueno, el resto en el libro.
Aquí van las PRIMERAS RESEÑAS:
Y el gran SANTI EXIMENO va y suelta que...
EXPREDIENTE QUATERMASS dice que...
LLÁMAME PLISSKEN, nos cuenta que...
Y ahora os dejo con las reflexiones de David G. Panadero:
Hemos
querido hermanar dos géneros que suelen ir de la mano, más a menudo de
lo que la gente piensa: el género de terror, con su búsqueda de la emoción extrema, y el género negro, con su hábil forma de sacar a relucir las contradicciones del mundo en que vivimos.
El resultado sorprende por la variedad de los planteamientos ofrecidos. En estas páginas, el lector encontrará relatos sobre ciclistas, catástrofes naturales, venganzas… Todos ellos no son otra cosa que metáforas elocuentes y siniestras con las cuales se expresa de forma nítida el terror urbano, tema central de estas páginas. Con el terror urbano pretendemos dar otra vuelta de tuerca al género, alejándolo de planteamientos abstractos, robándole todo su exotismo, y acercándolo al aquí y ahora, permitiendo que los nuevos monstruos tengan nuestros propios rasgos, buscando el lado más inquietante de la vida cotidiana.
El resultado sorprende por la variedad de los planteamientos ofrecidos. En estas páginas, el lector encontrará relatos sobre ciclistas, catástrofes naturales, venganzas… Todos ellos no son otra cosa que metáforas elocuentes y siniestras con las cuales se expresa de forma nítida el terror urbano, tema central de estas páginas. Con el terror urbano pretendemos dar otra vuelta de tuerca al género, alejándolo de planteamientos abstractos, robándole todo su exotismo, y acercándolo al aquí y ahora, permitiendo que los nuevos monstruos tengan nuestros propios rasgos, buscando el lado más inquietante de la vida cotidiana.