Nominado por mi relato
AXOL, en la antología
Anatomías secretas, de la
Hermandad Poe. Desde que me concedieron el Nocte, el año pasado, tengo al cucaracho siempre encima de la mesa y me enfrento a su cara para insuflarme gasolina. «Si te lo dieron, será por algo, ¡así que ajusta ese párrafo y aumenta terror!». A veces, creo que los amigos Nocteños, más que un premio, me dieron un látigo. ¡Y ahora quiero la maza con pinchos a juego! Premios y nominaciones no hacen que los libros se escriban solos, pero te dan un grandioso empujón moral.